emBlue, empresa argentina orientada al marketing por correo electrónico, se propuso analizar el comportamiento de la tasa de entrega (del inglés deliverability) de los mensajes en la bandeja de entrada de los destinatarios. Si bien no existen fórmulas que aseguren que el mensaje efectivamente llegue a la bandeja de entrada, sí existen una serie de buenas prácticas a tener en cuenta para optimizar el nivel de llegada.
Actores, spam y otros aspectos
La operación de envíos por correo electrónico cuenta con tres actores diferenciados que conviene conocer para entender cómo funciona el circuito:
- Email Service Provider (ESP): compañías que ayudan a los remitentes a gestionar sus envíos a través de una plataforma o desde la famosa “nube”.
- Internet Service Provider (ISP): empresas que esencialmente proveen conectividad a Internet y suelen gestionar los dominios, hosting y cuentas de correo de sus clientes.
- Web-based Email Service (WES): servicios de correo electrónico con poderosas interfaces web. Los más conocidos son Gmail, Yahoo Mail y Hotmail (ahora Windows Live).
El principal obstáculo para la llegada del correo electrónico lo representan los filtros anti-spam. No se puede realizar una campaña sin tener en cuenta este aspecto. Los filtros se rigen por una serie de algoritmos que combinan diferentes criterios de análisis, tanto técnicos como de contenidos. Cada anomalía o criterio negativo encontrado por estos “guardianes” del correo recibe una puntuación determinada. A mayor puntaje, existirán más probabilidades de que el correo electrónico sea considerado como “no deseado”. Ese umbral varía de acuerdo a cada servidor, por lo cual no es posible saberlo de antemano de forma perfecta. Las propias denuncias y reportes de los usuarios también contribuyen a que el umbral cambie permanentemente.
Los filtros analizan numerosos factores al momento de determinar qué correos son spam. Veamos algunos:
- Listas negras: son bases de contactos de los filtros en donde figuran todas aquellas direcciones de correo electrónico, direcciones IPs o dominios cuyas comunicaciones se rechazan porque son consideradas ilegítimas o de poca confianza. Para que esto no suceda es importante evitar que la IP (número que identifica el origen desde donde se envían los mails) quede incluida en alguna lista negra. Para ello, se sugiere que el destinatario final manifieste su deseo de suscribirse a las comunicaciones. Siempre debe incluirse la opción de darse de baja de la lista de correo. Asimismo, se sugiere desestimar la compra de la bases de datos. Además de que se considera como una muy mala práctica, derivará en malas métricas y quejas o denuncias por parte de los destinatarios.
- Reputación del Servidor: la elección de un proveedor adecuado para hacer los envíos de correo electrónico masivos no se debe tomar a la ligera. Es necesario una plataforma sólida y un historial de buena reputación de la misma ante los auditores de spam y una rápida respuesta ante el ingreso a una lista negra.
- Historial de actividad: los guardianes llevan un registro de historial de envíos de los remitentes, recopilando la frecuencia de envío, velocidad, sanciones anteriores, etc. Sobre la base de este historial realiza la clasificación de los envíos recibidos.
- Volumen y velocidad de envíos: las campañas enviadas a una base de contactos muy grande y a gran velocidad pueden impactar negativamente en los filtros anti-spam. Por otro lado, el número de mails enviados de forma repetitiva a un mismo dominio o a un destinatario en particular puede ser considerado como un ataque hacia la compañía o empresa.
- Legitimación de remitentes: es muy importante garantizar la autenticidad de los envíos; es una forma de demostrar que el email ha sido enviado por la persona que afirma ser el remitente. Es por ello que se recomienda crear una cuenta utilizando como dominio el nombre de la compañía y que el enlace siempre vaya directo al sitio web. Además, es preciso solicitar a los suscriptores que agreguen la cuenta como contacto para evitar filtraciones automáticas.
- Archivo adjunto: adjuntar un archivo no es considerado una buena práctica y perjudica el pasaje del correo frente a los filtros. Para que esto no suceda lo ideal es subir el documento al servidor e insertar el enlace de descarga en la pieza HTML. Así, sólo los destinatarios interesados descargarán el documento.
“Desde emBlue analizamos los errores más comunes que comenten las empresas al realizar sus campañas. El objetivo de este estudio es encontrar las dificultades cotidianas y recomendar las mejores prácticas y toda información que desde emBlue impulsamos para que nuestros clientes obtengan la más altas reputaciones”, afirmó Damián Casco, Responsable de Tecnología de emBlue.
Construir una base de datos sólida, que crezca de manera natural, y prestar atención al contenido de los mensajes que se envían son sólo algunos de los detalles a tener en cuenta antes de intentar una campaña de marketing por correo electrónico. Garantizar que lo que enviamos llegue a sus destinatarios permitirá, al fin y al cabo, que las acciones de marketing proporcionen mejores resultados. Profesionales Consultados: Para más información o notas relacionadas:
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